Inspirados en una receta de nuestro tatarabuelo de 1881, después de un largo camino de estudio, investigación, catas y pruebas, y adaptándonos a los tiempos actuales, hemos conseguido lo que buscábamos, un vermouth complejo y equilibrado.
Al degustar este vermouth Barañano lo que perseguimos es que percibas una complejidad y amplitud de aromas muy equilibrado, lo que provoque que tengas que profundizar para detectar esos aromas y sabores de los botánicos macerados como el amargor del ajenjo y genciana, la frescura de los cítricos o los matices de la canela o clavo.
Disfrutaras de una amplitud de notas y una explosión de sabores inicialmente dulces pero con un retrogusto amargo y equilibrado, dejando un prolongado y persistente final en boca.